lunes, 12 de enero de 2015

¿Violentos por naturaleza?

Un obstáculo en la construcción de una sociedad pacífica es la concepción de que el hombre está genéticamente determinado para dar respuestas violentas en situaciones de conflicto.

En 1986, diecisiete científicos de primer nivel se reunieron en Sevilla para discutir sobre ese tema. Como fruto de esta reunión, produjeron un documento, el Manifiesto de Sevilla, que refuta la idea de que el ser humano tiende por naturaleza a la violencia. La violencia es evitable y debe ser combatida en todo aspecto económico, social y cultural. El manifiesto declara que, desde el punto de vista de la ciencia, es incorrecto lo siguiente:
Afirmar que el ser humano haya heredado de sus ancestros la propensión de hacer la guerra.
Pretender que hemos heredado genéticamente la propensión de hacer la guerra, puesto que la personalidad está determinada también por el entorno social y ecológico.
Afirmar que la fisiología neurológica nos obliga a reaccionar violentamente, puesto que nuestros comportamientos están modelados por los tipos de socialización.

Enfoques, pag. 45

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