Empecemos por definir qué es el Bicarbonato de sodio: Es un compuesto sólido cristalino de color blanco, soluble en agua, con un ligero sabor alcalino. Se puede encontrar como mineral en la naturaleza. Este antiácido es muy útil para aliviar problemas de acidez estomacal y demás.
Por otro lado, como se sabe, el cáncer es una enfermedad que destruye vidas y cada vez es mayor el número de personas víctimas a causa de ello.
En este post quiero dar a conocer dos versiones que a mi parecer deben ser conocidos. Veamos:
- La primera versión tiene que ver con la afirmación del oncólogo italiano Tullio Simoncin. Dicho médico asegura que el cáncer es un hongo (cándida albicans), y que el tumor es el resultado de su invasión.
Por ello, asegura que el Bicarbonato de Sodio es un poderoso destructor de hongos y a diferencia de las drogas, la Cándida no puede “conformarse” con él. Por lo que tratamientos a base de este alcalino es recomendado por un periodo de tiempo. Asimismo, menciona que los antiguos egipcios conocían las propiedades curativas de las sustancias anti-hongos, al igual que los libros de la India recomendaban productos “Alcalinos” cuya fuerte potencia es ideal para tratar el cáncer.
Simoncin denuncia a las industrias médicas de hacer caso omiso a su descubrimiento, debido a que no les conviene que una sustancia tan económica circule en el mercado llevando a la banca rota a empresas multimillonarias. No obstante, el oncólogo italiano afirma estar teniendo un éxito notable en la drástica reducción y eliminación por completo del Cáncer. Esto puede tomar meses en algunos casos, pero en otros, como el cáncer de mama cuando el tumor es de fácil acceso, puede ser días antes de que ya no exista.
- La segunda versión afirma que dicho médico, mencionado en líneas anteriores, fue expulsado en 2003 del colegio de médicos italiano y condenado por estafa. Asimismo, Ricardo Cubedo, oncólogo de la Clínica Universitaria Puerta de Hierro de Madrid, asegura que la infusión intravenosa de bicarbonato ocasiona alcalosis metabólica, es decir, un aumento del pH de la sangre. Esto puede llegar a ocasionar la muerte. De hecho, algunos de los pacientes que se pusieron en manos del Dr. Simoncini, murieron por alcalosis.
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