sábado, 5 de mayo de 2012

El incremento del consumo energético

Al analizar el consumo de energía de los seres humanos, la ecología distingue entre la energía endosomática o metabólica, que empleamos para las funciones vitales, y la energía exosomática o externa, que es la que utilizamos para llevar a cabo nuestras actividades.
El consumo de energía endosomática no ha variado demasiado a lo largo de los siglos. Representa aproximadamente, menos del 7,5% de la energía total que necesitamos. En cambio, el consumo de energía exosomática, que duplica el consumo de energía metabólica en las sociedades primitivas actuales, es hasta diez o doce veces mayor en las sociedades más desarrolladas y aumenta con la renta per cápita.
La energía externa es la que nos aportan los alimentos. La leña que quemamos, por ejemplo, la energía eléctrica.

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